Según explica David Calle, impulsor de la plataforma educativa Unicoos y miembro del Consejo de Estrategia de Fundación Aquae«a casi todos nos han enseñado que el agua hierve a 100 ºC, pero esto no es del todo cierto. Solo ocurre así si vives en ciudades que están al nivel del mar, como Alicante o Murcia, donde la presión atmosférica es de 1 atmósfera».

El agua solo hierve a 100 ºC si estás a nivel del mar

 

Además de la presión, otro factor que influye en la temperatura de ebullición de este preciado líquido es el hecho de que el agua que consumimos no es pura ya que en ella están disueltas diferentes sustancias como sales minerales, calcio, sodio, sulfatos o bicarbonatos, que hacen que su punto de ebullición cambie. «Si echamos sal común en el agua, haremos que tarde más en hervir: 58 gramos de sal en un litro de agua provoca que el punto de ebullición aumente en 1 ºC ya que los iones de la sal hacen que a las moléculas del agua les cueste más moverse y desplazarse, lo que provoca que sea más difícil llegar al punto de ebullición», indica Calle.  

«La sal también afecta al punto de congelación del agua porque sus iones hacen que al agua le cueste mucho más formar cristales. Esta es la razón por la que echamos sal en las carreteras cuando nieva: disminuye el punto de congelación y, por tanto, es más difícil que se forme hielo», agrega Calle, considerado en 2017 uno de los 10 mejores profesores del mundo, según el Global Teacher Prize, el ‘Nobel’ de los maestros.

La sal también influye en el punto de ebullición: 58 gramos provocan que aumente 1 ºC

 

Cuanto menor sea la presión atmosférica (cantidad de atmósfera que tenemos sobre nosotros), más pequeña será la temperatura de ebullición del agua ya que a sus moléculas, al estar menos presionadas, les cuesta menos moverse y desplazarse y, como consecuencia, la temperatura de ebullición disminuye.

Por ejemplo, en el Everest (la montaña más alta de la Tierra, con una altitud de 8.848 metros sobre el nivel del mar), la temperatura de ebullición del agua es de 86 ºC; pero si subimos a una temperatura de 11.000 metros, esta temperatura se reduce a 71 ºC porque a mayor altura, menor será la temperatura de ebullición. A 19.000 metros de altura, la mitad de la altura a la que saltó Felix Baumgartner, la temperatura de ebullición del agua es de 37 ºC, la misma a la que se encuentra el cuerpo humano. En 2012, este ex militar austriaco se convirtió en el primer hombre en la historia en romper (con su propio cuerpo) la barrera del sonido bajo el sello de la marca Red Bull. «Es lo que se conoce como la línea de Amstrong (físico y piloto estadounidense, especializado en medicina militar, que fue el primero en determinar la altura a la que empezamos a necesitar un traje presurizado)», explica David Calle.


(Fuente: https://www.elplural.com/)